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01 abril 2009

[Restaurante] Can Solé - Barcelona

Desde hace algun tiempo que nos apetecía ir por la zona de la Barceloneta a probar alguno de sus restaurantes, y aprovechando una comida con unos familiares de mi pareja decidimos que era un buen momento para indagar entre la cantidad exagerada de locales para degustar algo de cocina marinera que caracteriza a este barrio de Barcelona.

Mirando diversas opciones (Suquet de l'Almirall, entre otros), nos decantamos por Can Solé, siguiendo una recomendación de una gran experta y con gustos afines a los nuestros (mi querida hermana), que nos sugirió este pequeño local del corazón de este antiguo barrio pesquero de la capital catalana.

Habiendo reservado preéviamente (algo obligatorio en casi toda Barcelona si quieres conseguir mesa un mediodía de un domingo cualquiera), nos presentamos en el restaurante, donde lo primero que destaca es la cocina a la vista de los comensales de la planta baja y una decoración rústica, con las paredes repletas de fotos de gente famosa. El camarero que nos recibe, nos indica que nuestra mesa está en la primera planta, a la que accedemos por una escalera con un gran reloj de pié en su primer rellano. La primera buena impresión es que, a pesar de tener dos espacios, ambos son para no fumadores.

Una vez acomodados en nuestra mesa, decidimos lo que vamos a tomar. La carta es bastante extensa en lo referente a platos con pescado. La carne tiene solo dos opciones, que ni miramos, porque teniamos muy claro que el pescado y el arroz serían los protagonistas de la comida.

Nos decantamos por unos berberechos al vapor, unos buñuelos de bacalao con piñones (una de las recomendaciones y especialidades de la casa) y unos chipirones a la andaluza, para rematar la faena con un arroz caldoso con bogavante para los cuatro.

En lo que se refiere al vino, tras mirar la carta nos dimos cuenta que, como nos tienen acostumbrados el 99,9% de los restauradores, los precios estan bastante inflados. A pesar de eso y sabiendo que era una comida especial, me decanté por uno de los grandes vinos blancos que se producen en España.

Últimamente he estado deambulando por la DO de Rueda, probando los exquisitos 100% Verdejo que se cultivan por esas tierras de distintas bodegas, pero tenía entendido que había algunas joyas de este tipo de monovarietales a los que se les aplicaba una cierta crianza o fermentación en barrica y botella. Había probado el fermentado en barrica de Martivilli que lo encontré realmente interesante, pero en Can Solé tenía la oportunidad de probar unos de los grandes, el Belondrade y Lurton Blanco 2006. Un monovarietal 100% verdejo críado 11 meses en barrica y 4 meses más en botella. Era muy caro, 34 € (en bodega se puede conseguir por 24 € como mucho), pero fué el acompañante ideal para los platos que degustamos, además de ser de lo mejor de toda la comida.

De lo que degustamos hay poco que decir, los buñuelos destacaron por su cremosidad, los chipirones en su punto de crujiente exterior y perfectos en su interior, y los berberechos también muy ricos, aunque las raciones eran algo escasas. El arroz caldoso estaba bueno y era abundante, pudiendo repetir dos veces cada uno, aunque comparativamente hay que decir que es un pena porque por lo que cobran los hemos probado mucho mejores (restaurantes Don Tadeo en Villaricos, el Delfín en Mataró o incluso en el Elx en Barcelona).

La elección de postres fué variada: un borracho, un tocino de cielo y unos bastoncitos de hojaldre con crema. Los tres exquisitos y de producción propia. Se debe felicitar al pastelero que tienen entre sus filas en la cocina, porque todo era realmente excelente.


En lo que respecta al servicio, fué correcto en casi todo momento. La excepción fué terminando el arroz caldoso. Tres de los comensales habiamos terminado pero mi pareja aún seguía comiendo, y los camaremos empezaron a retirar platos y la olla de hierro donde aún quedaba algo de marisco y arroz. Mi pareja que le encanta el marisco y tenía intención de terminar con lo que quedaba en la olla se quedó estupefacta, como el resto, por la rapidez de los camareros en retirar la olla, sin apenas preguntar, que no dió opción a queja o réplica algona.

Así que en conclusión, la calidad de las materias primas se nota. Todo es bueno y rico, pero quizás no llega a la excelencia que nos encontramos en otros sitios con un precio algo inferior. Quizás es el problema de la Barcelona turística, donde los precios abusivos se imponen como norma, y para ejemplo los cafés a casi 3 € cada uno (ni que fueran Jamaica Blue Mountain!!!). Es poco probable que volvamos, si siguen con este ratio de Precio/Placer tan decantado al Precio.



DATOS DEL RESTAURANTE:

Nombre: Can Solé
Dirección: Carrer Sant Carles, 4 - 08003 Barcelona.(Link a GoogleMaps).
Teléfono: 93 221 50 12
Web: http://www.cansole.cat
Tipo de cocina: Pescados, arroces, cocina marinera
Precio: Cuatro comensales con tres platos de tapeo, arroz caldoso para todos, vino blanco y postre sobre los 240 € (un pastón innecesario, vamos).


Que aproveche!! (o no!)